El cárter del coche es una parte muy importante de la mecánica. Cierra el bloque inferior por debajo y es vital para el correcto funcionamiento de un vehículo, porque es donde se almacena el aceite encargado de lubricar el motor.
Su nombre procede de su inventor, el británico J. Harrison Carter, que ideó ese compartimento especial para alojar al aceite que tiene que lubricar sin descanso un mecanismo. Lo asociamos a los vehículos con motor de combustión, pero comenzó a emplearse en la bicicleta Sumbean en 1895, para que su cadena estuviese siembre lubricada.
Qué es el cárter y dónde está
El cárter es un recipiente de forma cóncava (realizado en chapa de acero o aleaciones de aluminio) que contiene los litros de aceite que utiliza el motor y que lubrica las partes móviles de la mecánica. Lo podemos encontrar en los motores de cuatro tiempos, ya que en los de dos tiempos el aceite se suministra junto a la gasolina.
Se ubica en la parte baja del motor (bajo el cigüeñal y las bielas), para que el aceite caiga a él por la simple acción de la fuerza de gravedad una vez que realiza su recorrido interno por el motor, para que la bomba de aceite y se repita el ciclo de nuevo.
Para qué sirve el cárter
El cárter tiene varias funciones, todas ellas muy sencillas, pero indispensables para un buen funcionamiento del coche:
- Recoger aceite del motor: Su forma de cubeta y ubicación le permiten escurre desde el motor y alojarlo para que la bomba pueda volver a succionarlo. La varilla para comprobar el nivel de aceite del coche, acaba en esta pieza. Tiene recovecos específicos, no es igual en todos los vehículos, para que las inercias de las curvas y frenadas (que mueven el líquido de un lado a otro), no corten el suministro de aceite a la bomba que recoge el lubricante en la parte baja y lo envía al motor.
- Refrigeración del aceite. El aceite se calienta en su recorrido por el bloque motor. Cuando pasa por el esta pieza se enfría, para volver de nuevo al bloque motor. De ahí que en los coches más modernos se empleen aleaciones de aluminio o incluso magnesio, que disipan mejor el calor que los metales tradicionales.
- Proteger al motor. Funciona como una caja hermética donde se alojan cigüeñal, la biela y pistones. Gracias a él estas piezas quedan alejadas de suciedad y otros elementos externos que pudiesen dañarlos. También proporciona rigidez al bloque motor.
Partes del cárter
El cárter suele dividirse en dos partes principales:
- Superior, del cigüeñal. Se trata de la mitad situada más arriba, que se atornilla al bloque motor. Destaca por su rigidez, puede debe lidiar con las vibraciones y fuerzas que provoca el movimiento del motor de combustión. Es por ello que en ocasiones se atornilla también a la caja de cambios, aumentando la rigidez del conjunto.
- Inferior, del aceite. Fijado con tornillos superior, tiene una forma de cubeta ya que es donde se aloja el aceite del coche. En la base está el tapón, para evacuar el aceite cuando es menester.
Esta es la principal división que podemos hacer de esta pieza, pero encontramos otras piezas adicionales:
- Tornillos. Los tornillos son los encargados de fijar ambas partes y la superior al motor. Han de estar apretados con el par indicado por el fabricante, ni más ni menos, para evitar holguras o deformaciones. Es imprescindible usar una llave dinamométrica.
- Juntas de sellado. Realizadas en diversos materiales, desde corcho a materiales sintéticos, se encargan que la unión entre piezas sea perfectamente estanca. También se emplean masillas sellantes para asegurar un cierre absoluto. Es habitual que se degraden con el tiempo y el uso, pero es posible cambiarla.
- Cubierta. Se trata de una pieza, metálica, de plástico o incluso de fibra que lo protege. Se sitúa en la parte baja, cerrando la parte delantera para evitar golpes de piedras o baches en el camino que afecten directamente a esta pieza del motor tan importante.
- Tapón. En realidad es un tornillo por donde sale el lubricante a la hora de cambiar el aceite al coche. Conviene no olvidarse de revisarla para comprobar que no hay pérdidas.
Tipos de cárter
Podemos generalizar diciendo que hay dos tipos de cárter:
- Húmedo. Envía aceite directamente al motor, mediante una bomba.
- Seco. Se emplea en motores de aviones o vehículos deportivos, que suelen realizar movimientos bruscos que podrían poner en riesgo un correcto lubricado de la mecánica. En ellos el aceite se encuentra a un depósito auxiliar y de ahí pasa a esta piza. La bomba de aceite aspira el aceite que llega a él con más fuerza de la que lo introduce en el motor, para que esté siempre todo el aceite disponible Esto obliga a instalar un separador ciclónico, una especie de embudo que produce un torbellino con el aceite en el exterior y el aire en el interior.
Indicios de fallos
Todos sus problemas se localizan buscando pérdidas de aceite, de ahí que una revisión mecánica cada cierto tiempo al poder ahorrarte un gasto mayor más adelante. Fijarse cuando dejas el coche aparcado ayuda a localizar esas fugas. No es habitual que sufra daños, pero como todo elemento del coche, es propenso a tener problemas:
- Dañado o roto. El cubre pretende evitar que un golpe lo dañe y tenga una fisura que haga que pierda aceite. De llegar a perder una gran cantidad de lubricante, el motor podría recalentarse y griparse. Soldarlo no suele compensar (los de aluminio, además, resulta más complicado) y las masillas para reparar pequeñas grietas y agujeros sirven si son muy pequeños.
- Fugas en las juntas: Es posible que haya pérdidas de aceite debido a las juntas de sellado vayan perdiendo propiedades. En este caso lo mejor es sustituir la pieza dañada por una nueva.
- Presión. En ocasiones sus roturas no vienen del exterior, sino del interior, provocadas por un aumento de temperatura del aceite. Esto genera vapores y con esa presión puede provocar roturas o la perdida de estanqueidad. Los coches más modernos cuentan con una válvula PVC o ventilación positiva, que se encarga de eliminar a presión e introducirlos en la admisión para que se quemen en las cámaras de combustión. Esa presión puede llegar también por la existencia de holguras entre los segmentos de pistones y cilindros.
Cuánto cuesta cambiarlo
El precio de un cárter nuevo no es excesivo, pues oscila entre 150 y 500 euros, siempre que hablemos de cambiar el de un motor convencional sin demasiada complejidad. Se trata de una operación sencilla, pues no hay más que aflojar y apretar tornillos, pero sí que es delicada, de ahí que mejor que la realice un profesional.
Esos tornillos han de apretarse con la fuerza correcta, para evitar deformaciones en el metal que puedan después provocar fugas. En el caso de cambiar la junta de sellado, además de lo anterior hay que ejecutar el cambio con precisión y limpieza ejemplar para conseguir que la unión quede hermética y evitar problemas más tarde.