Los faros son una de esas cosas que todo el mundo necesita usar, sobre todo cuando oscurece. Conducir de noche y encender las luces es fácil, pero puede ser molesto si alguien te ciega por el espejo retrovisor. Cuando esto sucede, no solo es molesto, también es peligroso y distrae a los conductores que están frente a ti y el tráfico que se aproxima.
Por eso es importante ajustar bien la altura de las luces. De hecho, unos faros correctamente ajustados son relevantes para la ITV. Por lo tanto, es útil verificar y, si es necesario, ajustarlos antes de visitar el centro de inspección.
Incluso los coches más caros con los faros más bonitos eventualmente necesitarán que les ajusten los ojos. Esto es algo que, por suerte, está lejos de ser la tarea más difícil que uno puede asumir, y ni siquiera necesitas herramientas sofisticadas. Por eso, aquí te explicamos cómo se pueden ajustar los faros del coche.
¿Cómo sé si mis faros necesitan ser ajustados?
Una buena manera de saber si los faros delanteros están desalineados es si otros conductores constantemente te tocan la bocina o te encienden las largas. Incluso sin molestar a las demás personas en el camino, puedes saber si tus faros necesitan ajuste al mirar el camino que tienes por delante. ¿Ambas luces apuntan hacia adelante para iluminar, o están enfocando hacia los lados de forma dispar? Si una luz no llega a la carretera frente a ti porque está demasiado alta, demasiado baja o hacia un lado, es un buen momento para ajustar las luces delanteras.
Ajustar altura de las luces desde el salpicadero
En la gran mayoría de coches, desde hace muchos años, se puede ajustar la altura de las luces delanteras usando un botón/perilla ubicado cerca del cuadro de instrumentos, normalmente a la izquierda del volante. Sin embargo, esta técnica puede no funcionar del todo bien, ya sea porque está estropeado el mecanismo o porque los faros no están bien ajustados físicamente.
Ajustar altura de las luces abriendo el capó
Para hacerlo bien, es necesario cumplir con una serie de requisitos y consideraciones previas, tales como cerciorarse de que la presión de los neumáticos es la adecuada y que los amortiguadores están en un estado óptimo. Estos controles son esenciales para asegurarse de que el coche está parado derecho para comprobar el control de nivelación de los faros, algo que es obligatorio dentro de la Unión Europea (UE).
Con esas premisas cubiertas, ya nos podemos poner manos a la obra. Lo primero que se ha de hacer es colocar el vehículo en una superficie completamente plana a 10 metros de una pared. Esta distancia es la ideal para calcular los valores deseados y más realistas. Eso sí, el ángulo del haz de luz es diferente en cada coche.
Por eso, 10 m de separación entre coche y pared hace que los cálculos sean más sencillos. En caso de disponer de 5 m, el resultado calculado se debe dividir entre dos, pero por debajo de esa cifra, los valores no son seguros.
El borde superior de la superficie del haz de luz de las luces de cruce del coche se puede medir con una hoja de papel y una regla de medición. Párete frente al vehículo y sostén el folio frente al faro. Notarás que el haz tiene un área superior muy brillante. El área inferior más oscura es luz parásita que debe ignorarse. Mide la altura del borde superior y anótalo. Para la ocasión también puedes medir el borde inferior de la superficie de emisión de luz, que no debe ser inferior a 500 mm sea cual sea el vehículo.
Ahora, la altura en el borde del área de transmisión de luz se transfiere a la pared iluminada. Si la pared no es lo suficientemente blanca, pega un folio en la susodicha pared en el nivel correspondiente. La altura medida de la superficie del haz de luz se transfiere a la pared iluminada con la inestimable ayuda del lápiz y una regla. Con la ayuda de la inclinación correcta (generalmente entre 1 y 1,5 %) y la distancia entre el vehículo y la pared, se puede calcular la altura deseada para el faro.
A una distancia de 10 m y una inclinación del 1 %, el borde superior de la superficie de emisión de luz debe quedar 10 cm por debajo del haz de luz transferido por el faro. El valor deseado ahora está marcado en la pared. La marca se puede enfatizar con un trozo de cinta aislante, de modo que sea claramente visible a una distancia de 10 m. Cabe matizar que es normal que la luz del lado del conductor esté ligeramente más baja que la otra (para evitar que las luces brillen de más el tráfico que se aproxima mientras viajas por la carretera).
Cuando el valor deseado está marcado en la pared, la pareja de faros puede ajustarse con un destornillador abriendo el capó. Mira la parte posterior de la carcasa del faro. En la mayoría de los modelos habrá dos tornillos/pernos de ajuste en la parte posterior o superior de cada faro. Ubícalos y coge la herramienta adecuada para girarlos, generalmente será un destornillador de estrella. Para mayor precisión en el ajuste, cubre el faro que quieras recalibrar con una toalla o algo similar, y enciende las luces (con el motor en marcha, preferiblemente).
Uno de los tornillos ajusta el faro hacia arriba y hacia abajo, mientras que el otro hará lo propio de izquierdas a derechas. Manteniendo la vista en el haz de luz en la pared, gira lentamente uno de los pernos para determinar en qué dirección se está ajustando; si no es la forma en que lo deseas, gíralo en sentido contrario a la ubicación original y usa el otro tornillo. Idealmente, el haz de luz en la pared no debe ser más alto que la línea central del faro con el área de mayor intensidad directamente en frente de la carcasa del propio faro.
Últimas consideraciones
Unos faros correctamente alineados permiten conducir con seguridad. Este método de ajuste es lo suficientemente fácil para que cualquiera lo haga en su garaje. Sin embargo, dado que todos los vehículos son diferentes, debes consultar el manual del propietario antes de proceder a tocar cualquier cosa, ya que algunos fabricantes requieren de medidas diferentes. Además, recuerda que es posible que debas ajustar las luces antiniebla o las luces largas por separado, según el vehículo con el que estemos tratando.