Si vas a dejar tu coche estacionado durante largo tiempo, hoy te damos las claves para cómo guardar tu vehículo en invierno y evitar que surjan problemas indeseados.
Lo cierto es que muchos conductores por estas fechas, dejan aparcados sus coches hasta la primavera. Si no lo haces bien, esta inactividad puede suponer algún problema cuando vayas a volver a cogerlo. Lo primero de todo es aparcarlo en un garaje, lo que supone una gran diferencia a dejarlo en la calle con las inclemencias típicas de esta época del año.
Lava el coche antes de estacionarlo
Uno de los principales problemas en cuanto al estacionamiento de un vehículo a largo plazo, es que no se tiene el debido cuidado con la limpieza. Es muy importante dejar el coche limpio antes de aparcarlo, ya no solo el hecho de cubrir un coche sucio durante meses, sino por el óxido que pueda salir derivado.
Por lo que, nuestro mejor consejo es que laves a conciencia el coche antes de guardarlo con agua a presión, sin olvidarte de rodar con el coche unos kilómetros para eliminar el agua de las articulaciones de las suspensiones y demás sistemas que componen el chasis, pues si lavamos el coche y seguidamente lo guardamos, con el tiempo las juntas se pueden deteriorar.
Atención a la presión de los neumáticos
Otro aspecto a tener en cuenta es la presión de los neumáticos. Con el paso del tiempo la cantidad de aire que se alberga en el interior del neumático va disminuyendo. Además el frío acelera este proceso.
Así que, si no quieres encontrarte el coche apoyado sobre las llantas cuando vayas a verlo, asegúrate de hinchar las ruedas hasta la presión máxima que indica el fabricante (no es aconsejable superar ese número) para que cuando vuelvas a coger el coche, no este tirado al suelo por completo.
En la medida de lo posible, no uses el freno de mano
Puede que muchos lectores se sorprendan al leer este consejo, pero mantener siempre el freno de mano conectado hace que las pinzas de freno pierdan eficacia, además de perder tensión en el mismo.
En consecuencia, deja el coche libre de frenos, e incluso, en punto muerto sería lo aconsejable, y asegúrate de poner unas cuñas en las ruedas (cualquier pieza de madera o simulares valdría) para que el vehículo no se desplace sobre el garaje.
Cambia los líquidos antes de estacionarlo
Este es un consejo que no todo el mundo cumple pero, si vas a cambiar los líquidos, lo mejor es que lo hagas antes de dejarlo estacionado. Con el frío, los aceites que estén en peor estados se vuelven más viscosos y los residuos que se han ido generando pueden suponer un problema en el momento de arrancar el coche.
No es una consecuencia que suela pasar a menudo, pero para asegurarnos, si puedes, cámbialos. Ya sea el aceite del motor o el anticongelante del radiador. Eso sí, hazle el rodaje antes de dejarlo estacionado para que los líquidos nuevos impregnen todas las zonas y no se quede en el cárter.
Guarda la batería en un sitio caliente
Si llevas varios años conduciendo con un coche propio, probablemente te hayas dado cuenta de la facilidad con la que se gasta una batería de un coches. Este consejo surge por dos motivos:
- La batería de un coche si no se usa se consume.
- El frío extremo hace que una batería se dañe y propicia la descarga de la misma. Es uno de los componentes que más sufren en invierno. De ahí que los coches tengan problemas para arrancar en frío y a veces sea necesario arrancar el coche con pinzas.
Lo mejor que puedes hacer es sacar la batería (es muy sencillo, no hay que ser demasiado manitas para hacerlo) y guardarla en casa, o en un sitio donde no haga mucho frío. Además, es conveniente tapar la zona de carga positiva de la batería con un tapón (o en su defecto con cinta aislante) para frenar el proceso de descarga. De esta manera no tendrás que gastar el dinero en comprar una batería nueva cuando vayamos a utilizar de nuevo el coche.
Tapa el coche con una lona
Finalmente, una vez realizados todos estos procesos, tapa el coche con una lona de tela para evitar la acumulación de suciedad, para que esté siempre limpio.
Venden lonas específicas para cada modelo, pero tanto si no encuentras la de tu modelo en concreto, o simplemente no quieres gastar dinero, puedes utilizar cualquier sábana de tela lo suficientemente grande como para cubrir la totalidad del coche (o haz de dos sábanas una), y átala de alguna manera al coche para que no se caiga. Si tienes cuidado, puedes colocar algunos imanes en las zonas de chapa y así no se caerá.
Si puedes, arranca el coche de vez en cuando
Hay muchas opiniones respecto a este tema. Unos dicen que es bueno, y otros que no es necesario. Pero para mantener el coche en el mejor estado posible, nuestra recomendación es que, si puedes, arranques el coche una vez al mes. Más vale prevenir que curar.
Es cierto que si has hecho correctamente todos los pasos anteriores no es imprescindible, pero si te decides a hacerlo, hazlo bien. Retira la lona que has utilizado para taparlo, aleja el coche para que el escape pueda expulsar el humo correctamente y, por supuesto, nunca con las puertas del garaje cerrado. También puedes circular con él un poco.