El coche nos proporciona grandes ventajas y nos hace más fácil abarcar todos los planes del día a día . Sin duda, es una de las grandes aspiraciones que tiene la sociedad moderna, pero que puede verse obstaculizada por una enorme dificultad económica para muchas personas.
Para tu tranquilidad, hoy te contamos que existen herramientas como la financiación, que pone los automóviles al alcance de la mano de muchas más personas. Pero, ¿es posible conseguir financiar un coche sin nómina? La respuesta es fácil: sí. La financiación surge de la incapacidad del comprador para pagar el montante completo de la transacción al contado. Para darle solución, aparece un tercero (normalmente un banco o una entidad de crédito) que entrega esa cantidad a cambio de que sea devuelta en distintos pagos en un tiempo acordado y con el añadido de intereses como compensación.
Pero, para que la entidad ‘preste’ ese dinero, es necesario que esté segura de que se lo van a poder devolver. ¿Y cómo puede asegurar esto el comprador si no dispone de una nómina?
Financiación para autónomos
Uno de los colectivos más importantes que no dispone de una nómina es el de los autónomos. Estos no disponen de un pago fijo mensual de su empleador, sino que cobran en función de los trabajos que realizan.
Esto puede provocar que los ingresos de un mes a otro difieran en mayor o menor medida o, incluso, que en algún mes no se produzca ninguno. Sin embargo, no tiene por qué suponer un gran problema para conseguir financiación para comprar un coche.
Como hemos dicho, lo que la entidad que presta el dinero quiere es estar segura de que se le devolverá el importe íntegro más intereses según las condiciones que se acuerden. Para conseguir esta seguridad, buscan que la persona que reciba el préstamo disponga de ingresos regulares. Si el banco o la entidad de crédito ve que hay meses en los que la facturación se reduce de manera importante, puede mostrarse reacio a prestar el dinero.
Pero, aunque se disponga de ingresos regulares, también hay que tener en cuenta su cantidad. Los bancos y entidades de crédito realizan un análisis de la salud financiera del interesado para asegurarse de que podrá hacer frente a los pagos. Por norma general, se señala que el 35-40 % de los ingresos es el umbral máximo en el que una persona puede endeudarse.
Esto quiere decir que en un sueldo de 1000 € mensuales la deuda mensual podría ser como máximo de 350-400 €. En esta suma habría que incluir todas las deudas, ya sea una hipoteca, otro vehículo, un electrodoméstico… Esto será clave para poder financiar un coche sin nómina.
Será importante también el uso que se vaya a dar al vehículo. Ya que, si es para uso particular, habrá que financiarlo como persona física. Por el contrario, si es para uso profesional, se podrá financiar como persona jurídica y disfrutar de condiciones más beneficiosas.
Financiación para pensionistas
El caso de este grupo es totalmente distinto al de los autónomos. El problema de los pensionistas no está en la regularidad de los ingresos, ya que estos están asegurados por el estado, o por otra entidad si cuenta con un plan de jubilación privado.
Como hemos dicho, la empresa que entrega el préstamo lo que busca es la seguridad de que le será devuelto. En este caso, no hay preocupación en que en un futuro la persona no tenga ingresos, el problema es la edad.
Las entidades de crédito, por norma general, no conceden préstamos a personas que superen los 65 o 70 años. Como las personas que reciben una pensión por jubilación se encuentran generalmente en este grupo, pueden encontrar dificultades para conseguir financiación.
Sin embargo, este es un escollo que se puede saltar con cierta facilidad. Los bancos o entidades de crédito pueden exigir la contratación de un seguro de vida o uno de impagos que haga frente al pago de la deuda en caso de defunción.
Además, por norma general, los plazos de devolución del préstamo serán menores si la edad del cliente es avanzada. Por lo tanto, no habrá especial problema para financiar un coche sin nómina si se cuenta con una pensión.
Otras opciones para financiar un coche sin nómina
Si nada de lo anteriormente dicho se ajusta a tus circunstancias, existen otras opciones; aunque algunas no son demasiado recomendables:
- Préstamo a un familiar, acordando por escrito las condiciones.
- Préstamo personal con el vendedor de un coche de segunda mano.
- Prestamista privado, aunque acudir a él no es recomendable ya que suelen cobrar unos intereses muy altos.
La mejor opción en estos casos sería acudir a una de las nuevas modalidades de alquiler de coches, dejando a un lado la opción de financiar un coche sin nómina. En los últimos años han ido ganando terreno nuevas formas de movilidad y de propiedad de los vehículos. Del típico alquiler vacacional se ha pasado a nuevas opciones que van desde el carsharing a la suscripción.
El papel del renting ha ido ganando terreno en la industria automovilística. Cada vez son más los que apuestan por él. En un principio parecía destinado a empresas, pero el mercado de particulares no deja de crecer. Juegan a su favor la posibilidad de solo pagar durante el tiempo que necesitas el coche o, también, olvidarse de todos los gastos derivados que la propiedad de un automóvil supone. Estas opciones son:
- Carsharing: Son los vehículos que se han expandido por las grandes ciudades. Están aparcados por las calles de las grandes urbes disponibles para todo el mundo. Solo es necesario registrarse en la web de la empresa que presta el servicio y reservar el coche a través de su aplicación. Su uso está indicado para pequeños desplazamientos dentro de la propia ciudad. Se suelen alquilar por minutos o por horas.
- Renting: Se trata de alquilar un coche durante un período de tiempo largo, siendo lo común entre uno y cinco años. La persona nunca será propietaria del vehículo, pero lo tendrá a su disposición durante todo este tiempo como si lo fuera. Para ello, se tiene que pagar un precio fijo mensual. En este pago están incluidos todos los gastos del coche: mantenimiento, seguros, impuestos… Lo único que tiene que sufragar el cliente es el combustible. Además, el contrato de renting suele incluir un máximo de kilómetros al año que, de superarse, puede suponer pagos adicionales.
Una vez finalizado el contrato, el cliente puede decidir entre renovarlo, contratar un vehículo distinto, o hacerse con el coche en propiedad según el precio de mercado. - Leasing: Esta opción es parecida al renting pero implica una verdadera intención del cliente por hacerse con el vehículo en propiedad. Es lo que se podría denominar como un alquiler con opción a compra. El leasing, además de un alquiler, es una financiación. La empresa compra el vehículo y se lo entrega al cliente que deberá ir devolviendo el dinero a través del pago de cuotas. Además, este también se tendrá que hacer cargo de todos los gastos derivados del vehículo; incluyendo el seguro que, normalmente, la empresa obliga a que sea a todo riesgo.
Además, la empresa puede poner un límite de kilómetros anuales y, en algunos casos, también se incluye un pago inicial. Los contratos deben ser de, al menos, dos años. Tras este período, el cliente puede renovar el contrato, contratar un nuevo vehículo o hacerse en propiedad con el coche por su valor residual. - Suscripción: Es una opción que destaca por su flexibilidad. Es parecida al renting pero en la que el coche se contrata por meses. La empresa se hace cargo de todos los gastos del vehículo (excepto de la gasolina) a cambio de una cuota mensual. La gran ventaja es que se puede cancelar de un mes para otro. Además, puedes cambiar de coche siempre que quieras. Sin permanencia, sin entrada y sin gastos adicionales, es una gran opción de movilidad para estos momentos.